cervantes ciencia book quotation

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zigzagueando y deslizándose y serpenteando entre los pobres peces ángel
que se cruzaban en su camino. Grandes y casi delicados peces mariposa nadaban
por encima de los corales, mordisqueando con ternura las algas que
cubrían cada coral.
»Los corales mismos deslumbraban con sus distintos matices y colores.
Veréis, esos fantásticos colores se debían a las algas que los cubrían. Los
animales que hacen los corales, los pólipos, vivían en armonía con las algas,
prosperando bajo la cálida luz del sol. Las algas ayudaban a proveer de alimento
a los corales. Oh, había todo tipo de corales por el arrecife: grandes
y enramados corales cuerno de ciervo, como este en el que me encuentro
ahora mismo, corales cerebro tan esféricos como intrincados, corales pilar
como torreones, llanos corales mesa y los bellísimamente estampados corales
gran estrella.
»De vez en cuando el arrecife recibía visitantes, vagabundos del océano
que buscaban un lugar donde descansar antes de seguir su viaje. Las tortugas
a menudo paraban por el arrecife y nos contaban historias de hechos y
acontecimientos lejanos. Describían a los humanos sembrando el caos en
’The corals themselves dazzled in various shades and hues. You must understand
that these fantastic colours were mostly because of the algae that
covered them. The coral-making animals, the polyps, lived in harmony with
the algae, thriving under the warm sunshine. The algae helped provide the
corals with food. Oh, there were all manner of corals dotting the Reef –
large, branching staghorn corals, such as the one I am on right now, spherical,
as well as furrowed brain corals, turreted pillar corals, flat table corals
and the beautifully patterned great star corals.
’From time to time, the Reef would receive visitors, vagabonds of the
ocean who looked for a place to rest before continuing on their journey.
Turtles often stopped by the Reef, telling tales of faraway events and happenings.
They described humans wreaking havoc in parts of the ocean. We
had seen these creatures on occasion too. They would descend to the Reef,
clad in artificial skin, breathing with the help of artificial tubes, but they
would never approach us closely. Large, peaceable manta rays would hum
songs of their travel, and the occasional shark would recount stories of the
Great Below. This was how we learnt of the distant places beyond the Reef.



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